La educación es un intangible de alto valor que las instituciones educativas deben proteger y es su obligación crear en sus documentos una identidad para cada estudiante que logra terminar cualquier grado de importancia para su historial académico. 

Además de la protección de la identidad del estudiante, la institución debe de considerar que su prestigio está en juego al entregar un documento que garantice la  validez de un grado académico.

La integración de candados de seguridad en un documento de alto valor es ideal para evitar la falsificación y así es como los títulos, certificados, diplomas y otros documentos educativos evitan la duplicidad y uso incorrecto de la información que estos contienen. 

Existen 4 formas esenciales en las que los documentos educativos cuidan su autenticidad. El primero y es en donde todo comienza es el sustrato: el papel en el que se hará la impresión. Es importante elegir sustratos de mayor calidad para construir en ellos sistemas únicos e inviolables.

Otra validación importante en mecanismos de seguridad son las tintas que plasman trazos únicos y revelan la autenticidad de los documentos de alto valor. Hay muchísima variedad de tintas de seguridad; al aplicarlas, el nivel de seguridad comienza a aumentar. 

Un documento valorado puede llegar a ser tan especial como la institución o la marca lo requiera. Para aumentar aún más el nivel de seguridad, se encuentran El Diseño, normalmente creado con un software especializado para generar patrones irrepetibles, por ejemplo, los guilloche que, sin duda, al aplicarlos da mayor valor de seguridad a un documento.

Por último, están los rasgos únicos, como  las imágenes, códigos, hologramas, entre otros candados que dan  autenticidad del documento generando así el mayor nivel de protección.

Sin duda, una prioridad de una institución educativa siempre será cuidar su prestigio y el de las personas que concluyen un ciclo importante con ellos.